Métodos pedagógicos activos

La educación es un tema clave y actual cuyo tratamiento debe asumirse con responsabilidad y compromiso desde los diferentes colectivos y estamentos implicados. Esta obra, Métodos pedagógicos activos y globalizadores. Conceptualización y propuestas de aplicación, va dirigida a aquellos docentes que optan por la innovación metodológica como respuesta a las demandas y los compromisos de la educación del siglo XXI , indistintamente del nivel en el que desarrollen su práctica educativa. En todos los casos, la acción docente exige un proceso de profunda y constante reflexión que la lleve a mejorar, por lo que la docencia representa un campo en constante evolución y ávido de nuevos retos y desafíos. 

Las causas que provocan que el alumnado no alcance el tan ansiado éxito escolar son muy variadas. Desmotivación, falta de concentración, desorganización, ansiedad ante las evaluaciones, problemas de memoria, falta de autoestima, deficientes hábitos de estudio, formación del profesorado, recursos administrativos, etc., son factores influyentes que pueden dificultar su consecución. Desde hace tiempo, muchos medios de comunicación y expertos en educación se hacen eco de las cifras de fracaso escolar que se dan en el Estado español. En los más recientes estudios publicados por la Comisión Europea (2013), la tasa de abandono temprano de la educación, entendida como la no obtención de la titulación educativa mínima (graduado en educación secundaria obligatoria) se sitúa en el 24,9%, siendo una de las más elevadas de la Unión Europea. En este contexto, la Comisión Europea plantea en su Estrategia Europa 2020 cinco objetivos esenciales que conseguir en esta década, implicando en su consecución a los Estados miembros. Uno de esos objetivos hace referencia a la reducción de la tasa de abandono temprano.
Las acciones que hay que implementar para combatir el abandono temprano de la educación o el fracaso escolar son una cuestión prioritaria. Sin duda, el fenómeno es complejo; por tanto, su abordaje también lo será. Existen numerosos debates abiertos en la actualidad sobre esta cuestión. Desde el ámbito legislativo, se conocen propuestas diversas sobre modificaciones del sistema escolar en su conjunto (incremento de la edad mínima escolar, ratios por aula, introducción anticipada de la optatividad, mejora del seguimiento académico, flexibilización del currículo, etc.). No todas ellas han sido puestas en práctica ni aplicadas durante el suficiente tiempo para poder valorar fehacientemente su efectividad. En este sentido, la volatilidad de las leyes educativas supone una traba importante que impide analizar efectos de las acciones longitudinalmente.
En el marco de esta complejidad, nuestra propuesta de acción expresada globalmente en este libro se centra en innovar en la metodología, en el cómo enseñar. Esta es una de las pocas decisiones que la legislación educativa deja en manos del docente, ya que la respuesta a otras preguntas clásicas del proceso de enseñanza-aprendizaje como qué enseñar, cuándo enseñar, etc. vienen determinadas en mayor medida por los currículos oficiales. Entendemos, por tanto, que es en la elección metodológica donde el docente puede dejar su impronta, aplicando estrategias, procedimientos y acciones que intenten mejorar los aprendizajes e incidir sobre la minoración del fracaso escolar.
Una vez más, somos conscientes de que desde este planteamiento sobrecargamos al profesorado de responsabilidad. Pero es bien cierto que su importancia en el acto educativo supone acometer retos, muchas veces incluso desde la soledad o la incomprensión de administraciones, directivas y los compañeros y compañeras. Su relevancia se refleja en ser el agente que conecta las normativas educativas con su destinatario, siendo responsable de adaptar en la medida de lo posible los requerimientos a la realidad diversa del alumnado. Y es que, de su capacidad para realizar esta conexión, de un conocimiento del alumnado que permita personalizar los aprendizajes, y de su habilidad para despertar la actitud adecuada ante el aprendizaje y para aprovechar al máximo los recursos y estrategias metodológicas aplicables dependerá el éxito educativo.
Términos como cambio, reforma, renovación e innovación están a la orden del día en las salas de profesores y en los distintos foros educativos. En ocasiones, el propio vaivén terminológico genera incertidumbre e inseguridad. Y es que, como aclara Buscà (2010), cada uno de estos planteamientos alude a diferentes niveles de concreción (administrativo, legislativo, de centro o de aula). Las demandas surgen desde diferentes focos, aunque como elemento común todas parten de la definición de lo que los educandos necesitan saber, saber hacer y saber ser. El campo de intervención pedagógica es tan rico y complejo que para dar respuesta a estos interrogantes es necesario posicionarse de un modo claro ante el sentido y el valor del hecho educativo. 
En particular, la presente obra se construye a partir del convencimiento de que educar significa preparar a los individuos para alcanzar una vida plena a la vez que afrontan sus responsabilidades como ciudadanos y ciudadanas, formándoles para vivir como seres completamente libres y emancipados, con capacidad de analizar el entorno con perspectiva crítica y de decidir de manera activa y autónoma sobre las cuestiones que les afectan. De esta concepción emergen valores cívicos como la libertad, la igualdad, la justicia y el respeto, pero también la implicación activa y participativa ante la toma de decisiones, porque en síntesis aprender a vivir no es otra cosa que aprender a decidir (Cortina, 2007).
Nuestra concepción está muy cercana a una educación basada en el desarrollo de competencias para la vida. Esta visión competencial, por su parte, representa un cambio conceptual profundo. Como indica Zabala (2011), la formación por competencias tiene muy poco en común con la tradición escolar heredada, basada fundamentalmente en el conocimiento teoricista. Desde esta nueva visión, el aprendizaje debe ser funcional y aplicable, capaz de dar respuesta a la necesidad de una formación integral que tenga en cuenta el ámbito personal, el interpersonal y el profesional. Así las cosas, la aplicación de una educación basada en competencias obliga a la realización de cambios de gran calado en la acción docente.
La innovación educativa de aula, que en esta obra se concreta en la incorporación de nuevos métodos pedagógicos, es la llave que abre la puerta de la educación basada en competencias (Zabala, 2011). Como se ha dicho, tanto el currículo oficial como las respectivas guías docentes de la educación superior definen y secuencian con gran nivel de detalle los objetivos, los contenidos e incluso los criterios de evaluación. Pero, por lo general, no concretan, más allá de ciertas orientaciones genéricas, los enfoques metodológicos que hay que seguir. Ante esta situación, el presente libro propone métodos pedagógicos innovadores que permitirán abordar con éxito, desde una aproximación activa y globalizadora, el referido enfoque competencial.
Etimológicamente el término metodología se desglosa en los vocablos griegos metá (‘a lo largo’), odós (‘camino’) y logos (‘tratado’). En pedagogía, un método alude a la organización y gestión de los objetivos, las competencias, los contenidos, las actividades, las relaciones interpersonales y con el medio, y la evaluación de la práctica educativa. En palabras de Gómez Mendoza (2001), el método coordina el conjunto de disposiciones que un profesor prevé para sus intervenciones, así como el camino que deberán recorrer sus estudiantes. De manera que, si la educación fuera un viaje, el método pedagógico sería el medio de transporte con el que afrontarlo. Cada método presenta unas ventajas y unos inconvenientes, y responde a unos intereses y a unas necesidades distintas.
Con la premisa de afrontar un enfoque metodológico que sustente un auténtico desarrollo competencial, es necesario crear escenarios de enseñanza-aprendizaje próximos a la realidad, en los que los procedimientos, los conceptos y las actitudes aparezcan de manera integrada y conforme a las necesidades y capacidades del alumnado. Para ello, serán adecuadas secuencias de aprendizaje basadas en dinámicas de trabajo grupal, constantes procesos de búsqueda de información para dar respuesta a las exigencias planteadas, y aplicación de los aprendizajes en contextos lo más reales posible. Este planeamiento, sin embargo, requiere niveles complejos de gestión y organización social del aula, siendo esta una de las principales causas inhibidoras de la incorporación de mejoras pedagógicas por parte del profesorado (Zabala, 2011).
Para acercar estos modelos de gestión y organización a aquel profesorado que pudiera estar interesado en subirse al tren de la innovación metodológica, la presente obra sugiere y detalla diferentes métodos pedagógicos activos y motivantes, como el aprendizaje cooperativo, la flipped classroom o clase invertida, el aprendizaje cooperativo, el aprendizaje integrado de contenidos y lengua extranjera, el aprendizaje-servicio, la gamificación, las historias de vida (entendidas como método pedagógico) y el aprendizaje por proyectos. Como se ha adelantado, cada capítulo va destinado indistintamente a docentes de las diferentes etapas y niveles educativos, pues en ningún caso se ofrecen recetas cerradas que puedan aplicarse sin atender a las necesidades del contexto.
De la mano de diferentes especialistas, los respectivos capítulos se centran en la descripción, aplicación y ejemplificación de estos métodos. En cada uno se encontrará una breve justificación y contextualización de los principios teóricos que sustentan la propuesta, una guía ordenada de los diferentes pasos para su correcta aplicación, una ejemplificación basada en una experiencia real (que nos ayudará a conocer las fortalezas y limitaciones en los diferentes ámbitos de actuación), y un sumario con las limitaciones y conclusiones más relevantes que permitirán adaptar mejor el método explicado a la casuística particular.

Introducción del libro "Métodos pedagógicos activos y globalizadores. Conceptualización y propuestas de aplicación. Patricia Balaguer. Editorial GRAO. 2016.

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